Hotel Gastronómico Mar de Fulles

Hotel Gastronómico Mar de Fulles

Si buscas un lugar donde la naturaleza y la buena comida se encuentren, el Hotel Gastronómico Mar de Fulles en Alfondeguilla es tu destino ideal. Este encantador hotel de 4 estrellas no solo ofrece unas habitaciones cómodas con vistas espectaculares a la Sierra de Espadán, sino que también destaca su oferta gastronómica, donde los ingredientes son frescos y locales. Imagina disfrutar de una deliciosa cena cocinada con amor, justo después de pasar el día explorando el Parque Natural de la Sierra. Desde 163€/noche y con excelentes opiniones, este es el sitio perfecto para una escapada en grupo o una reconfortante escapada de fin de semana.

En Mar de Fulles, la experiencia va más allá de solo hospedarse; puedes disfrutar de un hermoso jardín, una terraza relajante y una piscina de temporada al aire libre. Además, el hotel se preocupa por el medio ambiente cultivando sus propios productos de temporada sin químicos. ¿Buscas algo más? Tienen ofertas especiales si decides quedarte más de una noche, ¡y además tienes la garantía de cancelación gratuita en algunas tarifas! Así que si te animas, no dudes en reservar tu escapada y dejar que la gastronomía y la belleza del entorno te enamoren.

Hotel Gastronómico Mar de Fulles

·Hotel de 4 estrellas
4,3
569Reseñas
Fotos
Alfondeguilla, Polígono 5, Parcela 69, 12609 Alfondeguilla, Castellón
964 09 09 65

Mapa Ubicación Hotel Gastronómico Mar de Fulles

Dónde se ubica el Hotel Gastronómico Mar de Fulles

¡Hey! Si buscas un lugar para desconectar y disfrutar de la buena comida, el Hotel Gastronómico Mar de Fulles es una joya que no te puedes perder. Este hotel de 4 estrellas está situado en Alfondeguilla, rodeado de montañas que te regalan vistas espectaculares. ¿Te imaginas tomar una cerveza mientras admiras esos paisajes? ¡Es una experiencia increíble!

Hablando de experiencias, la cena que disfrutamos está rica, aunque, justo entre nosotros, 48€ por persona me parecía un poco elevado. Pero, hey, la calidad de los platos lo compensa, sobre todo porque usan productos de proximidad. El desayuno, que ya estaba incluido, es otra historia. Se servía a partir de las 8:30, pero, sinceramente, un poco más temprano no estaría mal, especialmente para aquellos que tienen bebés. Les pedimos que comenzaran antes, y aunque hicieron lo posible, la verdad es que ¡los platos nos llegaron sobre las 9:10! Para tener en cuenta en futuros viajes.

En cuanto a las instalaciones, la piscina es grande y con vistas que te dejan sin aliento. Eso sí, no esperes internet, ni por wifi ni por datos, así que ¡lleva tus juegos de mesa y libros! En nuestra terraza había solo una silla y, para ser sincero, casi me caigo porque estaba rota… un detalle a mejorar, pero el resto estuvo bastante bien. Las habitaciones son amplias y perfectas para un viaje en pareja o con amigos, especialmente si buscas relajarte un poco.

Para aquellos que se preguntan, el Hotel Gastronómico Mar de Fulles está ubicado en Polígono 5, Parcela 69, 12609 Alfondeguilla, Castellón. Un lugar donde la tranquilidad y la buena comida se unen para brindarte una escapada perfecta. ¡Definitivamente volveré pronto, aunque no digas nada a mucha gente para que no se llene!

Cuántas estrellas tiene el Hotel Mar de Fulles

La experiencia en el Hotel Gastronómico Mar de Fulles ha sido un auténtico viaje de contrastes, ¿no crees? Por un lado, el entorno es simplemente espectacular, rodeado de naturaleza y tranquilidad. Sin embargo, la atención fue, como decirlo… poco profesional. Tras organizar un retiro de yoga para 20 personas, las primeras impresiones fueron un poco decepcionantes. Desde el principio, me encontré con un lío respecto a las tarifas. ¡Vaya manera de comenzar un fin de semana!

Y no hablemos de la falta de agua. Imagínate, sin poder ducharte o cepillarte los dientes porque “estaban arreglando la bomba”. Sí, claro, eso fue lo que nos dijeron, pero la bomba nunca apareció. La piscina, que tan prometedora parecía, resultó inhabilitada por estar sucia y, por si fuera poco, la puerta de entrada a los dormitorios estaba rota, dejando entrar un frío que no te cuento. Vamos, la seguridad brilló por su ausencia, ya que una de las habitaciones ni siquiera cerraba con llave.

En cuanto a la comida, uff, lo mejor sería olvidarlo. El desayuno no incluía café a menos que estuvieses dispuesto a pagar un extra y, para colmo, ni leche ni alternativas vegetales. ¡Solo infusiones! Y no era para quedarse satisfecho. Resulta que el menú que preparamos para el retiro no cumplió las expectativas, y estaba escaso en cuanto a variedad. La sala de yoga parecía que necesitaba una limpieza a fondo, ¡había telarañas por todas partes! La falta de atención y respuestas solo hizo que el fin de semana fuese aún más frustrante. Y al final, ni una disculpa de parte del dueño.

A pesar de algunas experiencias cutres, escuché de otros que visitaron el hotel y la opinión era completamente distinta. Dicen que el personal fue un 10, que las habitaciones estaban limpias y acogedoras y que la comida era deliciosa. Definitivamente, hay quienes se fueron encantados y dispuestos a volver, así que quizás solo tuve mala suerte. Pero, al final del día, hay algo que no se puede olvidar: el Hotel Gastronómico Mar de Fulles tiene 4 estrellas, así que uno esperaría algo más acorde a la categoría, ¿verdad?

Qué tipo de vistas ofrecen las habitaciones del hotel

La experiencia en el Hotel Gastronómico Mar de Fulles fue, la verdad, impresionante. Solo estuve dos días por unas jornadas de empresa y me quedé completamente encantado. Había leído algunas reseñas sobre el frío en las habitaciones, pero me sorprendió. Han hecho mejoras en la calefacción y el confort es más que óptimo. También había comentarios sobre la falta de wifi, pero no se preocupen, tienen Starlink. Perfecto para esos momentos en los que necesitas un poco de conexión, ¿no?

Y, hablando de momentos, la comida es, sin duda, el punto fuerte del hotel. Es un lugar donde puedes disfrutar de platos bien elaborados y frescos, convirtiendo cada comida en una experiencia que no querrás perderte. Pero no es solo la comida, la amabilidad y adaptabilidad del personal realmente hacen la diferencia. Desde el primer momento, te hacen sentir en casa. Así que, gracias a Juanma, Tania y todos esos genios que hacen que la experiencia sea tan especial.

El complejo en sí es una joya. Tiene un aire espectacular y la Yurta para hacer yoga agrega un toque único y zen a la estancia. Si te gusta el senderismo, estás de suerte. Hay un montón de rutas alrededor del hotel que te permitirán explorar el entorno natural, que es simplemente precioso. En cuanto al precio, lo que obtienes es un lujo a un costo bastante razonable.

Y ya que mencionas las vistas, si alguna vez te preguntas qué tipo de vistas ofrecen las habitaciones del hotel, puedo confirmarte que son espectaculares. Desde las habitaciones, puedes contemplar paisajes que te dejarán sin aliento, con montañas y naturaleza a tu alrededor. Sin duda, un buen motivo para querer volver, y estoy seguro de que ¡¡lo haré!!

Cuál es el precio aproximado por noche en el Hotel Mar de Fulles

Y bueno, como te contaba, el Hotel Gastronómico Mar de Fulles es ese tipo de lugar que realmente te hace sentir que te alejas de la rutina. Llegamos a Alfondeguilla y, aunque está en medio de la nada, eso es parte de su encanto. En el check-in, la chica que nos atendió, que estaba a mil por hora por el servicio de comidas, fue súper amable y nos ayudó con información sobre rutas y planes para disfrutar de la zona. ¡Puntos extra para ella!

Nada más abrir la puerta de nuestra habitación, nos sorprendió lo amplia y limpia que estaba. Es cierto que le vendría bien un lavado de cara en algunos rincones, pero eso no nos impidió disfrutar de la paz que se respiraba allí. Y aunque no había TV ni cobertura, ese fue un buen empujón para desconectar y olvidarnos de las pantallas. La calidez de la calefacción central fue genial, pero, como era de esperar en estas zonas, algunas noches sí se siente un poco el frío; por suerte, tenían mantas en el armario para esos momentos.

Y la comida… ¡qué decir! El menú degustación que estaba incluido en nuestro pack fue uno de los mejores aciertos. Los productos ecológicos de la zona fueron un verdadero festín. La atención del personal en el restaurante hizo que lo disfrutáramos aún más. La chica que nos atendió era un sol, se aseguraba de que supiéramos qué estábamos comiendo y que todo estuviera a nuestro gusto. Además, el desayuno también estaba bien variado para arrancar el día con energía antes de salir a explorar.

Así que, en resumen, si buscas una escapada para desconectar y disfrutar de buena gastronomía, el Mar de Fulles es tu sitio. Por lo que vi, los precios andan aproximadamente entre 70 y 100 eurillos por noche dependiendo del pack que elijas, así que por lo que ofrece, es una relación calidad-precio de 10. Perfecto para renovar energías en un entorno tan bonito, ¿no crees? ☘️

Qué tipo de comida se sirve en el hotel

Así que, después de contarles sobre mi experiencia con mis amigas en el Hotel Gastronómico Mar de Fulles, tengo que decir que me quedé bastante decepcionada. La verdad, hace unos cinco años fui a un retiro de yoga y lo recordaba como un lugar magnífico, ¡pero parece que ya no es lo que era! Éramos un grupo de cuatro chicas, pero al final solo pudimos ir tres porque una tuvo un problemilla con el coche. Al llegar, nos metieron en una habitación y nos cobraron como si fueran dos, ¡243€ por habitación con media pensión! Con esos precios, esperaba algo mucho mejor.

El problema es que el lugar estaba a medio gas. El comedor principal estaba cerrado, la calefacción apenas calentaba y, lo peor de todo, ¡NO HABÍA AGUA CALIENTE! Imagina la cara que se nos quedó cuando después de una cena nada memorable intenté tomar una ducha y no pude. Intenté llamar a recepción, pero nadie contestó. Al día siguiente, ya desesperadas, nos dijeron que el termo estaba apagado y tras esperar media hora, ¡sorpresa! Nada de agua caliente, así que acabamos duchándonos con agua helada. La experiencia fue todo menos agradable.

Y ya que hablamos de la comida, pues como les decía, el desayuno era ultra-sencillo y mediocre. La cena que anunciaban como un menú degustación de 8 platos por 48€ se convirtió en tres tapitas de hummus, tapenade y un plato principal de cordero. ¡Si no te gusta el cordero, estás perdido! Y no olvidemos que las bebidas no estaban incluidas. Con esas tarifas, uno esperaría un servicio de calidad, pero ni por asomo. Las habitaciones estaban descuidadas y necesitaban una mano de pintura, ¡y el ambiente en general dejó mucho que desear!

En contraste, tengo un amigo que repite todos los años en el Mar de Fulles, pero para sus retiros de pilates. Según cuenta, la experiencia es increíble. El entorno natural es ideal para desconectar y la sala de prácticas muy cómoda. Además, ¡la comida que sirven es deliciosa y bien preparada! La atención de Tania es muy destacada, siempre atenta a que todo esté perfecto. La noche en el hotel es mágica, con un cielo lleno de estrellas, ideal para crear recuerdos. Así que, mientras yo no volveré a ese lugar por mi experiencia reciente, parece que algunos todavía encuentran su rincón especial ahí. ¿Qué tipo de comida se sirve? Pues la verdad, la comida puede variar, pero en su mejor faceta es deliciosa y variada, a diferencia de lo que me tocó a mí. Es una pena que mis expectativas no se hayan cumplido esta vez.

Hay algún lugar cercano para explorar durante la estancia

Te cuento que el Hotel Gastronómico Mar de Fulles, aunque tiene su encanto, fue un poco decepcionante en cuanto al servicio. Éramos un grupo de 27 amigos buscando una escapada de retiro y, aunque el entorno es espectacular y las vistas son increíbles, la experiencia dejó mucho que desear. La idea de un hotel de 4 estrellas se desmoronó un poco cuando nos dimos cuenta de que la calefacción en las habitaciones brillaba por su ausencia. Solo hay un par de estufas de butano en el pasillo, lo cual, para ser sinceros, no es suficiente cuando las noches son frías.

Y ni hablemos de la seguridad. La puerta de entrada al albergue estaba abierta toda la noche, y además, algunas habitaciones tampoco cerraban con llave. Sin mencionar que la luz de la escalera exterior que lleva a las habitaciones no funcionaba, así que te las tenías que arreglar con la linterna del móvil para no caer. Fue un poco surrealista, la verdad. En cuanto a la comida, pues... digamos que las promesas de un menú ecológico y de proximidad se sintieron más como un cuento que otra cosa. Aunque presentían que el aceite de girasol era un aceite de oliva muy refinado, la realidad era que nos quedamos con ganas de más. ¡Ah! Súmale a eso que el café y el té te los cobraban aparte y las infusiones eran una pequeña broma de 4'50 €.

A pesar de todo esto, hay que reconocer que las habitaciones estaban limpias y eran cómodas, y el agua caliente funcionaba de maravilla, por lo que quizás si solo buscas un lugar donde desconectar un par de días en un entorno bonito, puede que logres pasarla bien. En cuanto a qué hacer en la zona, cerca del hotel hay varios caminos para explorar, así que puedes aprovechar para hacer unas caminatas y disfrutar del espectacular paisaje que rodea Alfondeguilla. Pero si puedes elegir, te recomendaría buscar alternativas. La experiencia en Mar de Fulles puede no ser la más placentera, a pesar de las buenas intenciones.

Qué instalaciones ofrece el hotel además de las habitaciones

Te cuento que el 21 de febrero hicimos un retiro en el Hotel Gastronómico Mar de Fulles y la experiencia fue, de verdad, maravillosa. Desde el primer instante, el ambiente cálido te envuelve y el servicio, ¡uff!, excepcional. Juanma y su equipo son unas personas súper atentas, siempre dispuestos a que te sientas como en casa en este lugar idílico en plena Sierra de Espadán. La comida, ni hablar, deliciosa. Cada plato se convierte en una experiencia, ¡creedme, no querrás que se acabe nunca!

Hablando de la ubicación, es simplemente fantástica. Bien tranquila, con buenas vistas y lo mejor de todo, por un buen precio. Es el refugio perfecto para desconectar de la rutina. Me salí tan renovada, llena de paz y con una energía nueva que ya tengo ganas de volver. Además, su enfoque en la sostenibilidad me encantó. La construcción ecológica y los huertos que ellos mismos cultivan son inspiradores, ¡te hacen sentir parte de algo grande! Y la clase de pilates que ofrecen… un verdadero regalo para el cuerpo y la mente, ¡no puedo dejar de recomendarla!

Recientemente, también fuimos a comer con unos amigos y, la verdad, no hay palabras que puedan describir lo bien que comimos. Todo estaba buenísimo y la atención del personal fue, nuevamente, excelente. Todos son tan amables que parece que están allí para cuidarnos de verdad. Me quedo con la frase de Juanma: “aquí estamos para cuidar a las personas”, y vaya que lo hacen. Así que, si estás pensando en visitar, se los recomiendo sin dudar.

Y, para responder a la pregunta que seguramente te estás haciendo, además de las habitaciones, el Hotel Mar de Fulles ofrece instalaciones que te dejarán impresionado. Cuentan con un espacio ideal para realizar actividades grupales, aulas para talleres, y un restaurante que, como ya mencioné, es una delicia total. Todo está pensado para que tu estancia sea tanto relax como enriquecedora, así que no te lo pierdas. ¡Espero que pronto puedas vivirlo por ti mismo!

El hotel tiene alguna política de sostenibilidad

Hablando del Hotel Gastronómico Mar de Fulles, la verdad es que es un lugar con mucho encanto donde te puedes escapar a disfrutar de unos días de relax. Las habitaciones son súper espaciosas y ofrecen vistas impresionantes que invitan a quedarse mirando el paisaje. A medida que avanzas en tu experiencia, te das cuenta de que el servicio es simplemente excelente, lo que hace que tu estancia sea aún más placentera. No me sorprende que se lleven un 5/5 en todos los aspectos; definitivamente es un lugar al que querrás regresar con tus amigos o tu pareja.

El entorno natural que rodea al hotel es increíble. Tienes varias opciones como senderismo y yoga, todo para disfrutar del aire fresco y la tranquilidad del lugar. Y, por supuesto, no podemos olvidar el restaurante que tienen, que es una joya. La comida es de proximidad, fresca y deliciosa, y es genial saber que muchos de los ingredientes provienen de su propio huerto. Imagínate disfrutar de una cena gourmet después de un día explorando la naturaleza. Es una experiencia que no puedes dejar pasar.

Además, la paz y la tranquilidad que se respira en cada rincón del hotel es algo que te llena. Las habitaciones, aunque sencillas, transmiten una sensación de calma perfecta para desconectar. Venir aquí un fin de semana es realmente una maravilla, y si te preocupa la comida, puedo decirte que es una explosión de sabores sostenibles y ecológicos. Desde luego, la experiencia de hospedarse en Mar de Fulles es como un sueño hecho realidad.

Y sobre el tema de la sostenibilidad, sí, el hotel tiene una política muy consciente al respecto. Son autosuficientes, lo cual no solo los hace especiales, sino que también refleja el compromiso que tienen con el medio ambiente. Al estar rodeados de naturaleza y ofrecer productos de kilómetro cero, podrás disfrutar de una experiencia que no solo encanta al paladar, sino que también respeta el planeta. Así que, si buscas un refugio romántico o un lugar para desconectar con amigos, ¡este es el sitio perfecto!

Se puede disfrutar de productos frescos y locales en la gastronomía del hotel

La verdad es que el Hotel Gastronómico Mar de Fulles tiene su encanto, pero no todo fue un camino de rosas durante nuestra estadía. Nos alojamos ahí mi marido, nuestra peque de cuatro meses y yo porque buscábamos un lugar tranquilo para desconectar un poco. Al principio, todo parecía estar bien, especialmente con las comodidades como el aire acondicionado en la habitación, algo indispensable para los días calurosos. Sin embargo, fue un verdadero quebradero de cabeza. El aire se ponía en modo "vacaciones" y dejaba de funcionar. Imagina estar en plena ola de calor y tener que ir cada poco a recepción pidiendo que lo solucionen. ¡Un rollo!

Otro punto que realmente nos dejó desanimados fueron los mosquitos. No sé cómo, pero lograron colarse en nuestra habitación a través de puertas y ventanas cerradas. En total, matamos más de 20 mosquitos en solo tres noches. Casi parecía una película de acción, pero en lugar de un héroe, éramos nosotros buscando spray para insectos. Además, nuestras piernas parecían un mapa con tantas picaduras. Y, hablando de la naturaleza, el césped podría tener más mantenimiento para que fuera más accesible, ¡te lo aseguro!

Pero no todo fue malo, la verdad. El hotel tiene su parte buena, como la terraza donde puedes disfrutar de unos atardeceres espectaculares. La piscina es otra de esas zonas bonitas, aunque añadiría algo de sombra porque, seamos honestos, a veces un poquito de frescura no le hace daño a nadie, ni en la piscina ni en las terrazas de las habitaciones. Y sobre el restaurante, bueno, la comida era rica, pero los precios eran un poco excesivos. Después de probar dos noches, decidimos hacer un picnic en la habitación la tercera, ya que el menú se tornó un poco repetitivo.

Al final del día, llegamos con mucha ilusión y con ganas de disfrutar de un buen descanso. Aunque nos llevamos algunas decepciones, como las picaduras y el aire acondicionado, creo que el hotel sí ofrece productos frescos y locales en su gastronomía, pero hay que ajustar un poco las expectativas en cuanto al servicio y el mantenimiento. Si buscas tranquilidad y disfrutar de la naturaleza sin tantas inconveniencias, tal vez esto no sea el lugar ideal… a menos que los mosquitos no te molesten demasiado, ¡eso ya es otra historia!

Ofrecen promociones para estancias de más de una noche

Si estás buscando un lugar para desconectar, el Hotel Gastronómico Mar de Fulles en Alfondeguilla es una joya escondida. Te aseguro que la experiencia con el bono viaje de la Comunitat Valenciana fue espectacular. Imagínate rodeado de un ambiente tranquilo, donde puedes escuchar el susurro de los árboles del bosque. Si te gusta pasear, este lugar tiene senderos que te harán sentir realmente en contacto con la naturaleza. Y no olvidemos lo mejor, la gastronomía cuidada que ofrecen. Todo lo que comes es de km0 o sale directamente de su propio huerto. ¡Un verdadero deleite para los sentidos!

Para los que necesitan un respiro de la rutina y de la vida digital, aquí la desconexión es total. Las habitaciones son súper confortables y la atención del personal impecable. Te hacen sentir como en casa, pero con un toque de lujo. La ubicación entre el alcornocal es un plus que no se puede pasar por alto; es un lugar donde la tranquilidad está garantizada. Y si tienes la suerte de estar en un retiro de yoga, como el que hice, saldrás renovado tanto por dentro como por fuera.

Por supuesto, no todo es perfecto. Algunos huéspedes han mencionado experiencias menos ideales, como problemas con el aire acondicionado y la limpieza. La piscina no siempre está en óptimas condiciones y la falta de agua en ciertos momentos puede ser un inconveniente. Sin embargo, la idea detrás de este hotel es tan impresionante que merece ser valorada. La conexión con la naturaleza y la experiencia gastronómica son realmente únicas, aunque sería genial que cuidaran más ciertos aspectos de las instalaciones.

Para aquellos que se preguntan si ofrecen promociones para estancias de más de una noche, la verdad es que dependerá de la temporada y de la disponibilidad, así que lo mejor es preguntar directamente al hotel. Pero si decides quedarte un par de noches, estoy seguro de que disfrutarás al máximo de la naturaleza y la cocina que Mar de Fulles tiene para ofrecer. ¡Definitivamente vale la pena!

Cuál es la política de cancelación del hotel

Como te decía antes, el Hotel Gastronómico Mar de Fulles es un lugar encantador, pero tiene sus detalles que podrían mejorar. Te cuento que la comida no está mal, pero no esperes algo espectacular. La verdad, el menú es bastante básico y aunque las cosas sencillas pueden ser deliciosas, aquí les falta ese toque especial. Eso sí, el servicio es muy amable y los camareros son súper atentos, aunque el tiempo de espera para recibir tu comida puede ser un poco largo.

La ubicación es oro puro, en medio de la montaña, lejos del ruido de los coches. Un lugar ideal para desconectar, aunque el comedor a veces puede resultar ruidoso y romper un poco la paz que buscas. Y, aunque el sitio es bastante bonito y la piscina preciosa, debo decir que las instalaciones exteriores están un poco descuidadas, lo cual le quita algo de encanto al lugar. De verdad, si buscas un sitio tranquilo para las vacaciones con los peques, este hotel tiene su encanto, pero prepárate para algunos inconvenientes.

Hablando de inconvenientes, te cuento que el wifi no es lo mejor en el hotel. La cobertura es bastante limitada y, para los que quieren estar conectados, esto puede ser un gran problema. Además, algo que nos dejó un poco insatisfechos fue la temperatura en las habitaciones. El aire acondicionado estaba bloqueado, y no pudimos ajustar la temperatura, lo que hizo que mis hijas pasaran una noche un poco calurosa. Y, ojo, el desayuno también dejó mucho que desear; no había zumo de naranja natural ni croissants. La selección era bastante escasa.

En cuanto a la política de cancelación del hotel, es importante que lo consultes directamente con ellos antes de hacer una reserva, ya que no tengo información específica al respecto. Si estás pensando en ir, asegúrate de preguntar para saber cómo funciona en caso de que cambien tus planes. En fin, si decides quedarte, ¡espero que disfrutes de las vistas y de la tranquilidad!

Fotografías Hotel Gastronómico Mar de Fulles

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